lunes, 5 de diciembre de 2016

Conversaciones de bar, introducción


Todos hemos escuchado verdaderas barbaridades en conversaciones de bar mientras nos tomábamos una fresquita y refrescante cerveza. Sé que no es el único sitio donde los escuchamos porque blogs en la red, redes sociales y festivos donde veremos a nuestro cuñado... ahora llega navidad y ellos lo están deseando... ya han hecho de las suyas y las leyendas urbanas corren como la pólvora.

Podemos hablar de algunos tan usados como la niña de la curva, el turbo del Renault 5, las salidas en moto del Rey Juan Carlos, etcétera. La carretera da para muchos bulos e invenciones y vamos a ir tratándolas. Naturalmente si tenéis alguna interesante la podéis añadir en los comentarios y la trataremos más adelante.




¿Para qué hago esta entrada?

Para poner un poco de luz a temas que se han sacado de contexto por el enteradillo de turno y qué al no poder rebatirle en ese momento, queda como una verdad irrefutable. Vamos a trabajar eso, pero sin llegar a pasar al lado oscuro, no seamos cuñados por favor.

¿Por qué existen esas leyendas?

En la mayoría de casos por miedo, el miedo nos encanta y hace que prestemos mucha atención a esa historia, sea verdad o no, mola. Desde miedo a la chica de la curva, radares de la policía de tráfico, multas por hablar por teléfono habiéndote llamado la policía para cogerte con las manos en la masa y muchas más que iremos desglosando.

También existen para desprestigiar a un producto, coche, ruedas, componentes... Esta es muy común cuando le haces algo al coche y tiran de los estereotipos para ningunearlo. Desde equipamiento extra a accesorios que hemos puesto después.

¿Cómo les haremos saber que están equivocados?

Pues con un poco de ciencia y sentido común. Como lo haremos con sentido del humor, porque tampoco queremos que se nos ofendan, normalmente son los que tienen la piel más fina.

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